La parálisis provocó cancelaciones de vuelos, despido temporal de miles de funcionarios y pérdidas económicas de hasta 14,000 millones de dólares.
Después de 43 días de un cierre histórico, la Cámara de Representantes de EU aprobó este miércoles la reapertura del gobierno federal, poniendo fin al cierre más largo de la historia del país. La medida fue respaldada por 222 votos a favor y 209 en contra y ahora espera la firma del presidente Donald Trump, prevista para la misma noche, según informó la Casa Blanca.
Durante este prolongado impasse, miles de empleados federales estuvieron sin recibir sueldo, vuelos fueron cancelados y se generó un debate intenso sobre la sanidad pública que ahora entra en un nuevo capítulo.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, culpó a los demócratas por el cierre: “Sabían que iban a causar daño, y lo hicieron de todas maneras”. Por su parte, el líder de la bancada demócrata, Hakeem Jeffries, advirtió en el debate previo que “seguiremos defendiendo los derechos de los estadounidenses”.
La disciplina de voto favoreció a los republicanos, que cuentan con una mayoría ajustada en ambas cámaras. Los demócratas se mostraron divididos: algunos líderes buscaban mantener presión sobre el gobierno, mientras que legisladores moderados optaron por romper filas.
Los servicios de investigación del Congreso estiman que la parálisis presupuestaria provocó pérdidas de hasta 14.000 millones de dólares. A partir del jueves, unos 670.000 funcionarios federales volverán a trabajar con derecho a sueldo.
La medida fue aprobada con 222 votos a favor y 209 en contra, tras la aprobación previa del Senado.
Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, y Hakeem Jeffries se opusieron a la reapertura sin un debate amplio sobre la sanidad. Jeffries alertó: “La atención médica de la gente en este país está a punto de volverse impagable”.
El debate se centra en el Obamacare, la reforma sanitaria de Barack Obama que introdujo cobertura médica pública en EU. Aunque la Corte Suprema determinó que no podía ser obligatoria, la ley subsiste gracias a los créditos fiscales aprobados por los demócratas, que el presidente Joe Biden amplió en 2022 para ayudar a millones durante la pandemia de COVID-19.
Estos subsidios vencerán a finales de año, lo que podría provocar aumentos significativos en las pólizas. Los republicanos argumentan que solo deberían beneficiar a los sectores más desprotegidos y acusan a los demócratas de querer extenderlos a inmigrantes indocumentados.
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Mientras los republicanos mantuvieron unidad casi total, el nerviosismo creció entre los demócratas, que habían celebrado recientemente victorias locales en sus bastiones electorales. El relevo generacional se acelera: Nancy Pelosi anunció su retiro de la Cámara de Representantes, y Schumer enfrenta cuestionamientos dentro de su partido.
Con el cierre finalizado, EU vuelve a la normalidad administrativa, pero los debates sobre la sanidad pública y los subsidios continúan siendo un terreno de intensa confrontación política.
Con información de AFP
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