La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tendrá nuevos integrantes a partir del próximo 1 de septiembre.
Un minuto de aplausos fue el cerrojazo con el que concluyeron 30 años de historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) como la conocemos. “Gracias. El aplauso fue para todos, ustedes incluidos”, dictó, como sentencia final, la ministra presidenta Norma Piña al reconocer al personal del Poder Judicial, conmovida por la sesión del adiós.
Este martes fue la última sesión de resolución de la Corte con la que terminó el ciclo de Reforma Judicial, crisis constitucional y elección de juzgadores.
El 1 de septiembre inicia la nueva Corte, de nueve integrantes electos en urnas y con nuevas funciones.
Cerró una Corte independiente, según quienes se fueron y ven venir la Corte ”del acordeón”; viene la verdadera etapa de justicia para el pueblo, según los entrantes.
Así al menos se reflejó en el Pleno de la Corte y en las calles, donde la polarización sigue, como si fuera 2024.
México
“¡Repudio total, a la farsa electoral!, ¡fuera Corte del acordeón, fuera Corte del acordeón!”, corearon personas concentradas a mediodía en las afueras del histórico inmueble sede de la Corte, en el Centro de la Ciudad de México.
“Norma-Piña-mi-heroína, Norma-Piña mi heroína”, corearon. Auxiliados con un megáfono de mano, pasaron lista a los ministros “dignos”, que rechazaron la Reforma Judicial, y abuchearon a los “traidores” que cedieron, y a los “burros” que llegarán.
A 20 metros, el plantón “obradorista” apostado desde hace dos años de manera permanente afuera de la SCJN respondió con un micrófono y sonido profesionales: “¡les ganamos y se aguantan, corruptos!”.
En el pleno de la Corte, entre los togados la cosa no fue distinta. La ministra Norma Piña pidió “reconocer el papel histórico de este Tribunal Constitucional”, pues ha sido, sostuvo, “un bastión en la defensa de la democracia constitucional y las libertades de todas las personas”.
En las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) opositores aplaudieron a los ministros salientes y alertaron que viene la “Corte del acordeón”.
(Foto: Carina García)
Y ese logro, consideró Piña Hernández, es atribuible a los ministros, pero sobre todo al personal que está fuera de los reflectores.
Por eso, al minuto de aplausos, con el que se rindió honor a todos y que marcó la despedida, se sumaron los ministros salientes.
Sin conmoverse, la ministra Lenia Batres, promotora de la Reforma Judicial y quien asumirá en septiembre un nuevo periodo en la SCJN, no se sumó al homenaje y permaneció seria, impávida.
Las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz aplaudieron, pero pronto rectificaron y las tres prefirieron no sumarse a los agradecimientos a la Corte, ministros y personal que concluyeron 30 años de una forma de impartir justicia.
En demanda de la justicia de los discursos, y ajenas a unos y otros, integrantes del colectivo feminista Ehécatl, formado por madres buscadoras de Ecatepec cerró los accesos a la SCJN, durante casi cuatro horas.
México
Algunos, como Yasmín Esquivel, salieron por la puerta principal, pero a buen resguardo gracias a la policía de la Ciudad de México, que les abrió el paso a través de vallas metálicas.
El togado Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena pudo salir a pie, por la puerta lateral para llegar a su auto.
De los “nuevas” ministras o de los viejos juzgadores, nadie salió a recibirlas, así fue el último día de la Corte.